Me encanta aprender...lo que sea. Y el problema suele ser que el dia no me da para todos los libros, charlas...que quisiera devorar.
Al terminar una lectura me siento pleno de sus detalles e intento interiorizarlos pero desgraciadamente cuando a las horas trato de contarselos a alguien ya he olvidado algunos y a los dias, es muy muy poco lo que recuerdo.
He intentado mil cosas que no funcionan o dan demasiado trabajo para retener y al final no me queda sino rendirme a la evidencia: es muy poco lo que puedo retener y menos aun detalles.
Entonces recuerdo una charla en la que el conferenciante conto que tuvo un gran maestro que le dijo: si cada dia aprendes algo nevo, una sola cosa, habrá merecido la pena (supongo que se referia al dia pero es lo de menos).
Asi que me he propuesto buscar cada dia esa unica enseñanza que pueda pervivir en mi y me ayude a subir un escalon mas, con la esperanza secreta de que la actitud de busqueda, curiosidad y humildad sea en realidad la respuesta a asi todas las preguntas.
Hasta mañana¡
P.D: en este teclado no tengo tildes y los signos no son los habituales, pido disculpas :)
domingo, 3 de noviembre de 2013
No te acostaras sin saber una cosa mas
viernes, 27 de julio de 2012
Por que la vida puede ser algo mas
Los grandes cambios requieren grandes apuestas. Llevo toda la vida siguiendo una linea y en esa linea vivo y sueno.
Y ha llegado el momento de romperla. De dejar a un lado la falsa seguridad del falso futuro, de basar las ilusiones en promesas de aquellos en quien no confiamos. Ya basta de depositar tambien nuestra libertad, la responsabilidad sobre nuestra propia existencia en algo exterior, ajeno.
Llevo tiempo pensando en hacerme a un lado de este camino y abrirme paso a machetazos en otro, aunque quiza, haya sido hasta ahora donde he tenido que usar el machete y en adelante todo fluya de un modo mas natural.
Ha llegado el momento de romper con todo y dejarse llevar por el interior.
Por que la vida lo merece, por que la vida puede ser algo mas.
miércoles, 7 de marzo de 2012
El espíritu es más fuerte que el cuerpo
El espíritu es el verdadero yo.
Incorpóreo, inquebrantable.
El espíritu no se alimenta de comida,
y siempre puede renacer.
su fuerza brota de sí mismo, de algo más profundo que un instinto.
Si eres tu espíritu,
si vives tu espíritu,
nada podrá derrotarte.
Siempre te quedará otra sonrisa.
Incorpóreo, inquebrantable.
El espíritu no se alimenta de comida,
y siempre puede renacer.
su fuerza brota de sí mismo, de algo más profundo que un instinto.
Si eres tu espíritu,
si vives tu espíritu,
nada podrá derrotarte.
Siempre te quedará otra sonrisa.
Yo tampoco me fiaría de mí
Lo dijo Gaius Baltar y de alguna manera lo secundo. Para generar confianza y respeto no en los demás, que no suele ser complicado sino en uno mismo, necesito verme caminar por esta senda durante más tiempo. Para que esta bondad, tranquilidad, altruismo, paz y equilibrio sean creibles para mí, he de sentir que echan raíces y que no son únicamente un traje que uno puede ponerse y quitarse.
Y eso, entre otras cosas, lleva tiempo.
Y eso, entre otras cosas, lleva tiempo.
El difícil arte de expresarse con sinceridad
Dijo Bruce Lee, que los estilos de lucha acostumbran a ser repeticiones mecánicas de movimientos fijos y por tanto, los estilos son limitados.
Sin embargo, los seres humanos no. Podemos crear, crecer y expresarnos libre y sinceramente en cada momento. Más allá de un estilo determinado, podemos crear nuestro propio estilo.
En la lucha, en el arte, en la vida.
Y añadió, que es realmente difícil expresarse con sinceridad en cada momento, mucho más que adornarse en movimientos que deslumbren, pero carentes de esencia.
Sin embargo, los seres humanos no. Podemos crear, crecer y expresarnos libre y sinceramente en cada momento. Más allá de un estilo determinado, podemos crear nuestro propio estilo.
En la lucha, en el arte, en la vida.
Y añadió, que es realmente difícil expresarse con sinceridad en cada momento, mucho más que adornarse en movimientos que deslumbren, pero carentes de esencia.
Prueba a apagar el móvil
El móvil para quien no lo sepa, es esa cosa que llevamos a todas partes y que puede sonar en cualquier momento, por que te llamen, por un mensaje, un mail, una notificación de facebook, actualizaciones disponibles para tus aplicaciones, publicidad al pasar cerca de tal o cual tienda…
Te convierte en un perro de Paulov moderno, de forma que se han descrito patologías o llamémoslas como queramos, en las que creemos escuchar el móvil pero en realidad no ha sonado.
He comprobado en mis propias carnes lo sencillo que resulta convertirse esclavo de este aparatito en mayor o menor medida, incluso las 24 horas del día.
Altera tu sueño. Dicen por cierto, que no es recomendable dormir con el móvil encendido cerca por el tipo de radiaciones que emite. Es un estudio de la OMS en el que se está invirtiendo una burrada de millones de euros. Dice más cosas bonitas de las wifis etcétera.
El móvi, también te hace más lento al tener que cargar con él, buscarlo, volver a por él (en mi caso frecuentemente porque soy muy despistado), quitarle la voz, volvérsela a poner…
Hace una semana probé a darle un horario, en mi caso lo reduzco desde media mañana a mediodía y desde media tarde a la noche. Así, ni le hago caso al levantarme, ni al preparar la comida ni por la noche.
Y ha dado sus frutos. Esos momentos del día me cunden más, son más tranquilos.
Duermo y leo más.
Por tonto que parezca ahora soy más libre.
Te convierte en un perro de Paulov moderno, de forma que se han descrito patologías o llamémoslas como queramos, en las que creemos escuchar el móvil pero en realidad no ha sonado.
He comprobado en mis propias carnes lo sencillo que resulta convertirse esclavo de este aparatito en mayor o menor medida, incluso las 24 horas del día.
Altera tu sueño. Dicen por cierto, que no es recomendable dormir con el móvil encendido cerca por el tipo de radiaciones que emite. Es un estudio de la OMS en el que se está invirtiendo una burrada de millones de euros. Dice más cosas bonitas de las wifis etcétera.
El móvi, también te hace más lento al tener que cargar con él, buscarlo, volver a por él (en mi caso frecuentemente porque soy muy despistado), quitarle la voz, volvérsela a poner…
Hace una semana probé a darle un horario, en mi caso lo reduzco desde media mañana a mediodía y desde media tarde a la noche. Así, ni le hago caso al levantarme, ni al preparar la comida ni por la noche.
Y ha dado sus frutos. Esos momentos del día me cunden más, son más tranquilos.
Duermo y leo más.
Por tonto que parezca ahora soy más libre.
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