Otra forma de vivir

Hace poco que empecé a valorar la libertad en su justa medida. A disfrutar de pequeñas cosas que tiempo atrás me habrían parecido casi absurdas y desde entonces, siento que mi vida ha tomado otra dirección, la mía y día tras día hallo sorpresas que me hacen sonreir de la misma manera que los niños que me cruzo por la calle.

Me gustaría que este blog sirviera para compartir la alegría de vivir y contagiar esta extraña enfermedad que me aqueja al mayor número de personas posible. Iré colgando reflexiones sobre las historias más curiosas que me vaya encontrando, maneras diferentes de afrontar problemas comunes, cuentos ambientados en mundos que todavía no se han descubierto, truquitos para que la men sana se encuentre en un cuerpo igual de sano, frases de esas que funcionan a modo de pepito grillo y nos ayudan en determinados momentos, poesías y libros que me gustan, un poco de todo.

Quisiera no poner barreras a mis sueños,
quisiera ser un artista del vivir.

sábado, 24 de noviembre de 2007

idea67: escucha a los demás

Últimamente no leo mucho, pero por otro lado no dejo de aprender.

Siempre he escuchado a los demás, aunque también me ha gustado mucho hablar.

Ahora procuro escuchar mucho más, soy más egoista y aprender lo que pueda.

De todo el mundo puede aprenderse algo pero principalmente me gusta escuchar a la gente mayor que yo, sea cual sea su clase social, pues los sabios no suelen llevar largas barbas.

Hoy me han dado un buen consejo, me ha servido casi al instante para solucionar una situación bastante molesta con soltura.

Además a la gente le suele gustar contar sus experiencias, necesitan hablar y con un poco de paciencia se puede extraer algo bueno.

Si encima como es el caso quien te da el consejo observa el fruto en ti, habrás hecho un amigo y eso, no tiene precio.

idea65: eso tan infrecuente llamado amor

Alguien me dijo hace tiempo, pensando en voz alta sobre lo que había sido su vida, que enamorse lo que se dice enamorarse, se había enamorado dos o tres veces, y que no le parecía que el resto de la gente hubiera tenido más suerte que él.

Esas palabras calaron en mí más de lo que él cree. Quizá ni siquiera fue consciente de su importancia.

En aquel mommento me quería decir que no buscara el amor, que era algo infrecuente y que me conformara con menos, supongo que en un intento de evitarme sufrimiento y ofrecerme una visión real de las relaciones de pareja.

Pero mi cabeza miró hacia otro lado.

De lo que dijo concluí que el amor es algo raro y que cuando aparece hay que estrujarle el corazón.

La vida es finita.

La ciencia estudia cómo ser feliz

En una revista de tu bar he leído que en Estados Unidos les ha dado por estudiar a la gente feliz, para buscar denominadores comunes.

Han encontrado desde superdotados a personas normales que eran felices.

Todos habían pasado por momentos difíciles que habían superado.

Todos vivían el momento con gran intensidad, tenían una perspectiva real de la vida y asumían
lo inevitable con sentido del humor.

Hagamos ciencia!

qué más da el lenguaje, qué más da la voz

Durante años me han irritado las faltas de ortografía, me he jactado de no cometerlas.
Durante años se han reido de mi voz al cantar.

¿Es que no tiene derecho a expresarse el analfabeto?
¿Es que no tiene derecho a cantar el desafinado?

¿Qué más dará el lenguaje, qué más dará la voz?

Si la verdad, lo esencial es invisible a los ojos, a los oídos.

Si los sentimientos, lo que somos no entienden de sintaxis, de graves y agudos.

Dedicado al profesor de Filosofía y a la canción de Atahualpa Yupanqui, la pura verdad.

idea64: sentimientos y decisiones

Hay ciertos momentos en la vida en las que los sentimientos se vuelven incompatibles con la vida misma, en la que sabemos, aunque no queramos admitirlo, que de continuar caminando en la misma dirección nuestros pasos nos llevarán a la locura, al sufrimiento.

A veces sabemos que no hay final feliz y que hay que tomar una decisión, que no basta con dejarse llevar, con el día a día y ver qué ocurrirá.

Se trata de respeto a los demás y a nosotros mismos.

Se trata de simplificar la vida, de decidir y ser consecuente con nuestra decisión.

¿Decidir en base a qué, a la lógica, a la comodidad, a los sentimientos?

Puede que lo más real sea decidir en base a lo que no queremos perder, en función de lo que nos dolería más desprendernos.

Al pensar en estos términos podemos incluso darnos cuenta de lo que tenemos, de que ya lo hemos perdido o de que estamos a punto de hacerlo. Podemos darnos cuenta de que podríamos perderlo todo, decidirnos por la nada y...que no pasaría demasiado.

Podemos sentir.

Decidir en un momento determinado, anticipándose a la tragedia final, a lastimar a una persona que queremos, a minimizar daños propios y ajenos, además de valiente puede ser beneficioso.

Oscar Wilde me parece que dijo una vez, refiriéndose a los personajes que amaba y que acabarían por no formar parte de la versión final de su obra:

"Hay que aprender a matar a los seres queridos"

Toda mi energía para quien haya entendido esta entrada, para quien se encuentre en esta situación.

La vida en un pestañeo ó idea66:vuelve a la tienda

Supongo que en la vida hay muchas otras cosas pero ahora sólo se me ocurre el amor.

Cómo lo vivimos, cómo lo afrontamos, lo amarramos, o lo esquivamos.

Temores...

Una mujer de veinte años tenía docenas de pretendientes. Los hombres eran caprichos, juguetes, diversión. Tuvo novios y uno le gustaba por encima del resto.

Un hombre mayor que ella, regentaba una tienda de comestibles, le regalaba caramelos, miradas y palabras mágicas. Hubo besos, abrazos y un día un pequeño enfado. Ella no volvió a la tienda.

Durante años desterró su recuerdo en lo más profundo de su alma.

Se casó, tuvo seis hijos, dos murieron antes de nacer, uno un poco después.

La vida pasó y un día, de la mano con su nieto miró hacia un balcón y vio a un anciano que años atrás fue el dueño de una tienda y de algo más. El hombre se levantó con dificultad, la miró fijamente, hermosísima como estaba con aquel vestido, era primavera. Sus sobrinos tuvieron que ayudarle a sentarse.

Murió sin haberse casado nunca.

El nieto creció hasta hacerse mayor que lo que era ella cuando abrazaba al tendero en la trastienda.

Un día la anciana le hizo una confesión.

Tenía pesadillas, soñaba con él. Una vida después había comprendido que era el único hombre al que había amado en su vida, el que había dejado escapar por una tontería.

Nieto y abuela pensaron y hallaron una solución.

Buscaron su tumba entre cientos y al final la hallaron. Llovía.

Ella se ocultó tras un árbol pero se empapó igualmente. Su nieto se subió a la tumba que estaba en una altura, retiró el musgo mientras no dejaba de llover, la adecentó para su abuela y colocó las flores que le habían comprado.

Ella estuvo enferma varios días, pero durmió mejor que en mucho tiempo.

Cada cierto tiempo volvieron a aquel lugar. Ponían flores en varias tumbas y en esa, que era su secreto, también.

La vida ya ha pasado para ella, el nieto piensa en su historia y en vivir en su carne la segunda oportunidad de su amada abuela.

Viviré por y para el amor. Volveré a su tienda.

Anónima...

No sé cómo encontraste este rincón de palabras perdidas, ni recuerdo cuál fue la primera vez que te dejaste caer. Podría volver a mirarlo pero hoy no lo haré.

Cuando alguien comienza un poema y lo lanza al vacío no sabe quién lo leerá.

Un amigo me confiesa que la página ha ido evolucionando, que cada vez se parece más a mí, a cómo soy, a cómo siento. De alguna manera se han ido reflejando mis subidas y bajadas, mis idas y venidas.

Al leer tus últimos comentarios, los que contesto desde aquí, me he dado cuenta de que ambos estamos creciendo mientras se suman las palabras, seguimos viviendo, días mejores, otros peores, decisiones, dudas, temores.

Tu silencio sigue al mío.

No me entorpeces, enriqueces mi camino. Me obligas a esforzarme, le das una vuelta de tuerca a mis pensamientos y yo le doy la segunda en mi cama.

Cuando quieras volver a escribir aquí estaré

jueves, 22 de noviembre de 2007

idea63: a leer

Para leer hay que estar descansado, algo relajado, sin pájaros en la cabeza, por lo menos no de esos que vuelan en círculo y graznan ante el olor pútrido de la carne. No acabo el libro que empecé hace mucho, cuando tengo tiempo escribo en lugar de leer y no cuentos, sobre mí, sobre esto y lo otro, palabras que tampoco conducen a demasiado menos cuando van dirigidas a otras personas que necesitan de ayuda por escrito.

Leer, creo que me lo voy a tener que tomar como una obligación o no lo haré y es una pena. Es el cansancio, es la mente que se evapora y huye de la estructura ósea que la conenía.

Quedaré con el libro, no hace falta ponerse guapo, solo quedar e intentar no quedarme dormido.

En la cama está siendo complicado. Ya me veo en una cafetería leyendo un rato, diez páginas, que ya serán diez páginas más que lo que leí ayer.


miércoles, 21 de noviembre de 2007

idea62: las respuestas que vienen sin más.

Desde siempre me ha caracterizado por darle mil vueltas a todo, por tratar de deducir biblias enteras de un par de frases y algún gesto. Me he pasado media vida pensando y escribiendo sobre este tipo de cosas y sinceramente, las conclusiones a las que he llegado dejan bastante que desear, son esencialmente insustanciales.

Es de un tiempo a esta parte cuando me he dado cuenta que las verdaderas respuestas, cuyas preguntas ni siquiera te atreves a plantear en voz alta, llegan sin más.

El paso del tiempo, de los días, de los meses, te arroja la verdad a la cara, arrancándote una lágrima y en la mayoría de los casos, una sonrisa.

No digo que haya que ser una seta inconsciente que no reaccione ante lo que le pase, que no piense en nada, no. Pero cuando se reflexiona duramente sobre algo, cuando notamos que el cerebro se recalienta y no conseguimos si no hacernos daño, creo que es mejor darnos una tregua.

A veces (como ya dije en su momento ahora que lo pienso bien), la respuesta viene sin más.

Si es una idea repetida lo siento, pero la verdad es tan importante (a mí me lo parece), que no debería de importar releerla, a mí al menos no me importa reescribirla.

El poder destructivo de un recuerdo

Hay que ver como una fragancia o una simple palabra, pueden hacer que toda nuestra grandeza desaparezca y no nos quede nada más que esconder la cabeza entre las manos, vapuleados por un recuerdo.

Esta vez ha sido pensar en la palabra "transparente".

Solo una persona en este mundo comprende el significado que esa palabra tiene para mí.

Cuando el pasado y el presente se chocan de esta manera me quedo sin habla, sin frase mágica que me devuelva al momento inmediatamente anterior en el que sabía dónde estaba.

Quizá sea momento de echarse a dormir.

sábado, 17 de noviembre de 2007

idea61: ¿Cuánto se puede hablar por teléfono?

Si, señoras y señores, existe un límite lógico que puede calcularse como sigue.

No depende de aquello que tengan que decirse, porque "tener" es el verbo más relativo entre los verbos.

Porque respóndanme a esta pregunta ¿alguno de ustedes ha recibido una llamada importante en alguna ocasión?

Yo, tampoco.

Volvamos al asunto del tiempo al teléfono. ¿De qué depende entonces?

Única y exclusivamente de la distancia. Es directamente proporcional a ella.

Imaginemos que la persona con la que habla vive (o se encuentra, en el caso de móviles) a unos veinte minutos (dependiendo del sistema de transporte elegido), el tiempo límite por tanto serán esos veinte minutos más un extra de 5-10 minutos que lleva adecuar la vestimenta a la climatología y según el caso, ducharse.

Todo lo demás debería estar prohibido ¿Por qué?

Porque no es más que pereza, podrías estar y no estás, simplemente por comodidad.

Y al igual que una imagen vale más que mil palabras, un minuto de compañía real vale más que 21 minutos al teléfono.

Imaginemos que luego tendrían que volver al punto de partida pongamos, por una cita, entonces el tiempo límite de hablar por teléfono sería de 40 minutos, pero ni un minuto más.

¿Se imaginan qué diferente sería el mundo si aplicásemos esta sencilla regla?

Idea60: lo que no hay que decir

A mí me pasa siempre, o al menos, lo siento así.

Hay cosas que pienso que antes de decirlas, mientras se deslizan por mi boca ya veo que no las tenía que haber dicho. Podría poner ejemplos, pero seguro que cada uno encuentra los suyos.

La conversación puede ser muy larga, pongamos por teléfono, una hora charlando, diciendo esto, callando lo otro y pum, dices una de esas cosas y al colgar, todo lo demás ha desaparecido, solo queda ese detalle que no puedes borrar.

Quisieras volver a llamar e hipnotizar a la persona para que lo olvide, volver al momento antes de decirlo, pero ya es tarde.

Entonces ya que no puedo ir hacia atrás vuelo hacia adelante.

Imagino que pasaría si no lo hubiera dicho.

Nada, de acuerdo.

Una vez dicho algo te vuelves esclavo de tus palabras.

Si no lo dices esclavo de tus silencios.

y no es fácil discernir cuando has de optar por una opción y cuando por la otra.

Para eso se inventaron los ojos, para que digan la verdad.

Por eso hablar por teléfono, dista mucho de ser lo ideal.

Ojos de pantera

Ojos verde pantera.

Pero ni son verdes, ni pertenecen a una pantera.

Aún así hacen que te sientas como si te mirara un felino que puede atacarte en cualquier momento.

Nació en Brasil, pero si le cantas "Brasiil...." se enfada muchísimo, porque sus padres, toda su familia es chilena.

Es un huracán, capaz de ver, volver y remover, de caminar hacia adelante y cambiar de dirección sin dar ninguna explicación, a nadie.

No regala sonrisas más que cuando decide que es necesario. Y su criterio no tiene porque coincidir con el tuyo.

De un extremo a otro en un segundo, de convertirse en una sombra invisible a que todo el mundo sienta su presencia.

¿Y con qué sueña?

Con recorrer el mundo cámara en mano, acabar con la publicidad desde dentro, triunfar en el teatro.

Un diamante negro de afilados bordes que duerme hasta el mediodía y no sabe despertarse sin música.


idea59: al ponerte a trabajar.

Creo que algunos de los problemillas mentales que nos acompañan a diario provienen de no saber interpretar las propias sensaciones. Pensamos que tal desazón se debe a una cosa, extraemos conclusiones precipitadas y resulta que puede que no sea así.

En mi caso, ahora me doy cuenta que lo que de verdad me carcomía por dentro era ponerme a trabajar, tener que terminar una investigación a la que hoy sábado, cuando no hay nadie en la universidad (o casi nadie, que siempre queda algún colgado como yo), voy a darle un buen achuchón.

Qué tranquilidad darme cuenta de que los nervios en la boca del estómago venían de ahí, es como quitarte dos problemas a la vez.

Si termino la investigación (en la que llevo bastante retraso), creo que voy a tener que someterme a cirugía para quitarme la sonrisa de la boca.

idea58: queda contigo.

Ha sido parar un momento, escribir unas lineas, poner algo de música, comenzar a hacer cosas automáticas como preparar la ropa para la lavadora, barrer, ducharme y desayunar. Todo lo que creía real ha sido desplazado por la verdadera realidad.

Como siempre las sensaciones, las buenas, llegan sin que las llames y lo cubren todo, por ello creo que es mejor darse algo de distancia con nuestra propia mente y dejar que las respuestas acudan sin más.

Por cierto, no sé si la música de Fito habrá tenido algo que ver.

viernes, 16 de noviembre de 2007

idea57: vive la magia

Hoy ha sido un día de cambios, de buenas intenciones. He decidido recuperar mi centro, trabajar más, demostrarles a los míos que estoy loco por ellos.

Y aunque la idea era buena, llegada la hora de la verdad, me sentía incapaz de trabajar, de centrarme en nada tangible y únicamente fluía entre letras primero, con la música después.

Hoy no he hecho nada productivo, nada que se vaya a reflejar en mi curriculum, al menos de una manera positiva.

Pero el día me ha dado mucho. Me ha acercado a los míos, a unos y a otros.

Un amigo me ha contado que en cuanto le hicieran el contrato se haría pareja de hecho, dándome pie a reflexionar sobre mi propia vida casi sin esfuerzo.

Le he escrito una carta a mi padre diciéndole todo lo que siento por la vida y por él.

Una segunda carta para quién está pasando una mala racha con su novia, ilusionado porque mis malas experiencias le sirvan para extraer buenas conclusiones. También ahí he comprendido mejor mi propia vida.

La amistad, el cariño, la confianza, el poder ser yo mismo en diferentes lugares.

Pasear por aquí y por allá.

Quizá hoy no haya sido lo que se esperaba que fuera pero solo me resta decir que ha sido infinitamente mejor.

Mañana será otro día.

jueves, 15 de noviembre de 2007

Ideas que sirven para todo (II)

Continuando con el pensamiento anterior fijemos en primer lugar, objetivos sencillos que nos acerquen a nuestro centro. Lo primero que acude a mi mente son los horarios.
La rutina matutina de afeitado, ducha y desayuno está tan implantada en mí que la hago sin pensar mientras escucho la radio. En mi caso flaquea la noche, sobre todo la hora de acostarse que después condiciona el resto del día. Si os digo que me he pasado semanas durmiendo un par de horas al día diréis que exagero, pero es totalmente cierto. No se lo recomiendo a nadie, y aunque a veces nos parece inevitable ha llegado el momento de cambiar esa rutina que hace que llegue al fin de semana destrozado.
La noche será para dormir. Me impongo un mínimo de 6 horas y una hora límite para levantarme (en el peor de los casos) en las 8.30. Esto significa que no debería de dormirme más allá de las 2.30.
Respecto a la alimentación me estoy dejando llevar por la comodidad sin abandonar la salud. El desayuno está controlado, fuerte y siempre el mismo. Almuerzo y merienda dependen de la buena de Inés y los bocadillos que nos preparan ella y su hermana en la cafetería de la uni. De la comida se encarga María, que nos alimenta saludablemente.
La cena. Debería de tenerla controlada desde que me levanto, no improvisarla en el momento.
Los entrenamientos han quedado algo abandonados, hago algo de vez en cuando pero quiero exigirle un poco más. Poner unos días y cumplirlos. Pueden ser por ejemplo...todos. Aérobico y al siguiente anaeróbico. Si se falla ese es el día de descanso, pero fallar lo menos posible.
La lectura. Es mi verdadera asignatura pendiente, temo que mi pensamiento se empobrezca por ello y para leer hay que buscar momentos de soledad, hay que recuperarlos.
Escribir. Últimamente escribo y algo curioso. Antes de meterme en la cama escribo la fecha y trato de escribir unas lineas pero el sueño me atrapa. Creo que se debe a una extraña tranquilidad y aunque las hojas quedan con mucho espacio en blanco, esa docena de palabras consigue relajarme.
Trabajo. Si llego lo suficientemente descansado, me alimento correctamente y leo lo que necesito, el resto irá solo. Quizá añadir que hoy es una excepción en la que escribo antes de ponerme a trabajar.
Primero el trabajo y luego el placer (al menos en una escala temporal).

Ideas que sirven para todo

Mientras caminaba oculto de la lluvia bajo mi capucha me he dado cuenta de algo que me ha arrancado una sonrisa. Las ideas que he ido depositando en este blog, que en su día tenían la misión de sacarme de un agujero muy concreto en realidad sirven para otras clases de problemas. Pueden ayudarte a superar lo malo, pero también a encauzar lo bueno. Me explico.
En el fondo hay situaciones que te alejan de tu centro, que despuntan tu rutina, que te vuelven un poco loco. Es como si de pronto vivieras con la cabeza bajo el agua y fueras incapaz de ver lo que hay fuera de ella, perdiendo la perspectiva.
Todos tenemos claro que ante una situación negativa es necesario hacer algo pero suele ser más complicado darse cuenta de la necesidad de un centro, cuando lo que nos ocurre se podría calificar de maravilloso.
Es entonces cuando hay que atacar con las ideas previamente mencionadas en lo alto, con determinación, para no dejar de ser nosotros ni en el cielo ni en el infierno.
Por ello, como tantas veces, hoy será el día 0.
No me pesa volver a empezar conmigo mismo, en realidad es una batalla que nunca termina, que comienza de miles de maneras y en ella reside la gracia de la vida.
Lo que realmente importa no es lo que se deja de hacer, si no lo que se hace.

domingo, 11 de noviembre de 2007

Como el turrón en navidad

O lo que es lo mismo, he vuelto.

Llevaba semanas en otro mundo, bastante lejano a este, quizá intentando hacer demasiadas cosas, robándole horas al sueño. Durante el día, un velo de cansancio cubría mi mente, volviéndome más lento, más torpe. Cada noche dormía menos hasta que al fin llegó el sábado, terminé al mismo tiempo con todo aquello que me impedía dormir y hoy, tras ocho horas de sueño vuelvo a sentirme yo mismo. En realidad lo sentí ayer por la noche de camino a la habitación, cuando la decisión de descansar estuvo tomada.

Se supone que la cara y el cuerpo son el espejo del alma y pese a no haber dormido ni una cuarta parte de lo recomendado por las autoridades sanitarias, me siento mejor que nunca, deseoso de retomar las rutinas de entrenamiento, lectura, escritura, trabajo y alimentación, un poco abandonadas pero no olvidadas.

Podemos dejar de dormir durante un tiempo, pero solo eso. Cada vez se nos hace más difícil pensar, disfrutar, decidir, terminar los trabajos a tiempo, relacionarnos adecuadamente...por eso, siempre que se pueda hay que procurar respetar las horas de sueño en lo posible, no dejarse seducir por planes alternativos porque el mañana acaba por llegar.

jueves, 8 de noviembre de 2007

Porqué no escribo en el blog

Últimamente escribo casi exclusivamente pidiendo perdón por no escribir y hoy también va a ser un poco así. Estas semanas mi vida se ha acelerado hasta límites insospechados, olvidando descansar lo suficiente, perdiendo quizá mi antiguo norte, el que ahora trato de recuperar pero no es fácil. Hoy otra vez, no escribo para mí, ni para todo el mundo, te escribo a ti, anónima, para decirte que no es que no tenga qué escribir, si no que los pensamientos que rondan mi cabeza no tienen lugar en este blog. Algún día entenderé lo que está ocurriendo, podré clasificar mi repentino exceso de sensibilidad.

Son muchas las cosas que me callo esta vez.

El tono ha cambiado, puede que porque yo también me siento diferente.

Este lugar me relaja y prometo volver a él, como la persona que lo inició.

Esta noche me callo mucho, algún día lo escribiré.

jueves, 1 de noviembre de 2007

idea60: tu alrededor.

Últimamente lo hacía inconscientemente, pero fue una amiga el otro día la que me hizo caer en la importancia del hecho. También se sumó el comentario de mi padre sobre aquellas personas que trabajan en un mostrador y que los que pasan cada día no ven, como si fueran invisibles. Personas que en su puesto del trabajo no tienen ni un segundo de intimidad, con lo que supone eso.
Aran me dijo que le parecía muy importante relacionarse con esas personas que en realidad forman parte de tu vida. No sólo por los favores que te puedan hacer, si no porque están ahí, a tu alrededor, compartiendo espacio y horas junto a ti, pero a la vez es posible que su visión de la vida, sus problemas, sean completamente diferentes a los tuyos, lo que te puede hacer a su vez mirar tu existencia con otros ojos, relativizar tus problemas.
Siempre estamos más dispuestos a escuchar a Platón, pero a veces la señora de la limpieza, que tiene nombre (Loli en la resi y Yoli en la uni), a veces está más cansada, no le renuevan, que si no puede coger la baja, que si está enamorada de su hogar, si le gusta bailar,...puede aportarte más que todos los filósofos de la historia juntos.
Cuando el discípulo esté preparado aparecerá el maestro y este puede adoptar inumerables formas.
Además es una manera de ser abierto con todo el mundo, de profundizar, de interesarte por los demás, de ampliar tu sonrisa, de sentirte cómodo en más sitios cada vez, más natural en todo momento, y eso relaja, enriquece y embellece.
Un abrazo

idea59:Poder mirarse al espejo

Es cierto que ya no escribo tanto aquí, que pasan días entre una entrada y la siguiente, pero sería absurdo forzar la escritura de un blog titulado "ser feliz no estar siempre contento", como que atenta contra su esencia ¿no?
Pero también es cierto que le debo mucho a estas palabras, a los comentarios que habéis ido dejando. Porque surgió como una manera de conocerme y mejorar mi vida que cambiaba y sigue cambiando y ha cumplido por entero su propósito, que a la vez nunca acaba de terminarse porque cada día "la aventura vuelve a empezar".

El otro día pensé que la felicidad tiene que ver con poder mirarse al espejo, sin desviar la mirada, sin arrepentirse de lo que se es. Hubo un tiempo en el que no siempre sonreía a mi reflejo y gracias a estas ideas y a un poquito de todo, me he colocado en un camino que me está conduciendo a mirarme sin miedo en el espejo.

Esta es una entrada de reflexión, de valoración tras dos meses de blog, aunque las fechas nunca encajen, como el invierno que llega cuando quiere.

Ayer alguien me dijo "vamos a cambiar el mundo" y aunque lo veía complicado ahora mismo pienso que el mundo de cada uno se puede cambiar.

Un abrazo para todos los que cada día me enseñáis tanto.