Otra forma de vivir

Hace poco que empecé a valorar la libertad en su justa medida. A disfrutar de pequeñas cosas que tiempo atrás me habrían parecido casi absurdas y desde entonces, siento que mi vida ha tomado otra dirección, la mía y día tras día hallo sorpresas que me hacen sonreir de la misma manera que los niños que me cruzo por la calle.

Me gustaría que este blog sirviera para compartir la alegría de vivir y contagiar esta extraña enfermedad que me aqueja al mayor número de personas posible. Iré colgando reflexiones sobre las historias más curiosas que me vaya encontrando, maneras diferentes de afrontar problemas comunes, cuentos ambientados en mundos que todavía no se han descubierto, truquitos para que la men sana se encuentre en un cuerpo igual de sano, frases de esas que funcionan a modo de pepito grillo y nos ayudan en determinados momentos, poesías y libros que me gustan, un poco de todo.

Quisiera no poner barreras a mis sueños,
quisiera ser un artista del vivir.

martes, 15 de junio de 2010

para Daniel con un año de retraso sobre "esclavos del dinero 2"

Aunque todos lo que vivimos en una sociedad capitalista seamos esclavos del dinero en un sentido estricto, las diferencias en cada caso pueden ser sustanciales.
También somos esclavos del oxígeno, pero no vivimos con esa sensación pues no le prestamos atención, no nos crea demasiados quebraderos de cabeza. Tenemos el oxígeno que necesitamos para vivir.
El dinero, muchas veces tenemos el que necesitamos para vivir, pero quizá no para ser consumistas sin límites, con la obligación de gastar todo lo que tenemos y envidiar lo que no tenemos, en sacrificar más tiempo y más esfuerzo que el mínimo a la adquisició y la administración de esos nuevos bienes.

Gano 1200 euros. En casa vivimos dos con un único sueldo y pagamos 600 euros de alquiler. Nos sobran al mes más o menos 100-200 euros. No llegamos a los 300 euros en comida y comemos bien, gastos de la casa y poco más.

Vivimos en una sociedad capitalista y dentro de sus reglas, no colaboramos demasiado a que se mantenga.

Un amigo dijo una vez, "si fuera por lo que yo compro el 99 % de las tiendas cerrarían". A mí me pasa igual.

Y lo más importante, podemos elegir, cosa que todo el mundo no puede, pues tiene tan poco oxígeno que quizá conseguirlo le lleva prácticamente todo el día.

UN NUEVO COMIENZO

Hace ahora tres años comencé de la noche a la mañana una rutina que me cambió la vida para mejor.
Y entre otras cosas me condujo a crear este blog.
El desencadenante fue la ruptura con mi novia de toda la vida, 9 años.
No quise quedar con nadie para hablar del tema y darle vueltas a algo que no las necesitaba.
Detuve el coche, lloré un buen rato sin pensar en nada.
Solo lloré y no lo volví a hacer hasta cierto tiempo después.
Decidí hacer aquello que me convenía sin pensar en ello, solo haciéndolo.
Una rutina sencilla, pues intuía que ni mi cerebro, ni mi corazón y por extensión mi cuerpo, estaban para muchos trotes.
Desde el minuto cero la rutina me hizo sentir bien.
Al principio fueron cosas sencillas, como levantarme de la cama casi de un salto sin pensar, sobretodo sin pensar.
Ducha, buen desayuno y al trabajo pensando en lo que tenía que hacer aquel día, en la mejor manera de llevarlo a cabo.
Entrenamiento físico sencillo, con música y centrado en lo que hacía.
Pronto me apeteció leer.
Mi forma de relacionarme cambió, para mejor.
Quizá porque no buscaba nada y eso me hacía más abierto a todo, al mismo tiempo que me sentía paciente, anclado en el presente y sin expectativas de futuro.
A los meses fui olvidando todo esto y volví a ser el de antes de comenzar esta rutina, con ciertos altibajos.
Hace un mes más o menos, volví a tocar fondo, sobre todo en tristeza.
Recordé lo que en su día me fue tan bien y comencé de nuevo, ahora incluso mejor, con algunas herramientas mentales aprendidas gracias a los últimos libros que me he leído.
Las sensaciones no fueron tan buenas al principio, quizá porque esta vez había mas barro que tragar, o porque las preocupaciones no eran tan tangibles ni tan obvias.
Pero he ido sintiendo esa sensación tan agradable de vez en cuando y hoy, hoy ha sido una culminación que no pienso detener.
Entre las cosas que he aprendido es a no hacer demasiados planes, a no apuntar las cosas y así haré, por lo que no creo que escriba aquí como la primera vez, de una manera tan regular y didáctica.
Si que recomiendo leer las primeras entradas, porque ahí están las cosas que a mí me fueron tan bien.
Es posible que las relea y que haga algún apunte.
Pero creo que casi todo está ahí.
Un abrazo.