El espíritu es el verdadero yo.
Incorpóreo, inquebrantable.
El espíritu no se alimenta de comida,
y siempre puede renacer.
su fuerza brota de sí mismo, de algo más profundo que un instinto.
Si eres tu espíritu,
si vives tu espíritu,
nada podrá derrotarte.
Siempre te quedará otra sonrisa.
miércoles, 7 de marzo de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario