Otra forma de vivir

Hace poco que empecé a valorar la libertad en su justa medida. A disfrutar de pequeñas cosas que tiempo atrás me habrían parecido casi absurdas y desde entonces, siento que mi vida ha tomado otra dirección, la mía y día tras día hallo sorpresas que me hacen sonreir de la misma manera que los niños que me cruzo por la calle.

Me gustaría que este blog sirviera para compartir la alegría de vivir y contagiar esta extraña enfermedad que me aqueja al mayor número de personas posible. Iré colgando reflexiones sobre las historias más curiosas que me vaya encontrando, maneras diferentes de afrontar problemas comunes, cuentos ambientados en mundos que todavía no se han descubierto, truquitos para que la men sana se encuentre en un cuerpo igual de sano, frases de esas que funcionan a modo de pepito grillo y nos ayudan en determinados momentos, poesías y libros que me gustan, un poco de todo.

Quisiera no poner barreras a mis sueños,
quisiera ser un artista del vivir.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Yo tampoco me fiaría de mí

Lo dijo Gaius Baltar y de alguna manera lo secundo. Para generar confianza y respeto no en los demás, que no suele ser complicado sino en uno mismo, necesito verme caminar por esta senda durante más tiempo. Para que esta bondad, tranquilidad, altruismo, paz y equilibrio sean creibles para mí, he de sentir que echan raíces y que no son únicamente un traje que uno puede ponerse y quitarse.
Y eso, entre otras cosas, lleva tiempo.

1 comentario:

Cristina dijo...

¿De verdad? para mí es al revés: yo soy la persona en que más me fio :) Además, no puedes generar confianza y respeto en los demás, si tú mismo no te lo crees...