A veces el amor ahoga. A veces se pierde el norte por el miedo a perder a quien amas.
Creo que le llaman celos ¿pero cómo llamarlo cuando no los centras en nadie en especial, cuando es un sentimiento que te angustia, una reducción repentina de tu mundo hasta solo ver a esa persona?
Entonces no sé los demás, pero yo me siento perdido y no sé qué hacer. Pruebo de todo hasta que por fin me siento a escribir. Comienzo por contar lo que me aqueja, lo que creo. Me dejo llevar por la poesía y al final, como de la nada, surge el consuelo.
Me ama, me lo ha demostrado toda esta semana cuando más lo he necesitado, todos y cada uno de los días.
Adiós fantasmas, adiós al egoismo. Ahora toca corresponderle, tratar de hacerla feliz y mira sin darme cuenta lo soy yo también.
2 comentarios:
No es fácil controlar tu mente en momentos como estos, vuela sola, viaja sin rumbo hacia un destino que no te deja disfrutar de la realidad... No lo pienses, echa a los fantasmas pero piensa que a veces hay una razón o un sexto sentido que hace que nos sintamos de esta forma en nuestra propia defensa.
A veces nuestro mismo corazón nos da señales que no oimos o no queremos oir.
Sólo tú puedes saber si lo que sientes puede tener algún sentido.
Un abrazo.
Cyra.
la mente es el mayor enemigo que tenemos y a la vez es todo lo que tenemos. Llevarse bien con ella no es fácil porque nunca le puedes dar la espalda.
Procuro tomármelo todo con tranquilidad, cierta distancia y al mismo tiempo vivirlo a tope. Vaya combinación tan complicada...
Amooorrr, desamooorrr, qué puta es la vida a veces, qué rápido pasan esos momentos que con el tiempo vemos que son inolvidables, los más valiosos de nuestra mísera existencia.
Vivamos con la mente en blanco y la boca entre abierta.
Un besazo Cyra
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