Otra forma de vivir

Hace poco que empecé a valorar la libertad en su justa medida. A disfrutar de pequeñas cosas que tiempo atrás me habrían parecido casi absurdas y desde entonces, siento que mi vida ha tomado otra dirección, la mía y día tras día hallo sorpresas que me hacen sonreir de la misma manera que los niños que me cruzo por la calle.

Me gustaría que este blog sirviera para compartir la alegría de vivir y contagiar esta extraña enfermedad que me aqueja al mayor número de personas posible. Iré colgando reflexiones sobre las historias más curiosas que me vaya encontrando, maneras diferentes de afrontar problemas comunes, cuentos ambientados en mundos que todavía no se han descubierto, truquitos para que la men sana se encuentre en un cuerpo igual de sano, frases de esas que funcionan a modo de pepito grillo y nos ayudan en determinados momentos, poesías y libros que me gustan, un poco de todo.

Quisiera no poner barreras a mis sueños,
quisiera ser un artista del vivir.

sábado, 23 de febrero de 2008

idea91: cuando el amor ahoga

A veces el amor ahoga. A veces se pierde el norte por el miedo a perder a quien amas.

Creo que le llaman celos ¿pero cómo llamarlo cuando no los centras en nadie en especial, cuando es un sentimiento que te angustia, una reducción repentina de tu mundo hasta solo ver a esa persona?

Entonces no sé los demás, pero yo me siento perdido y no sé qué hacer. Pruebo de todo hasta que por fin me siento a escribir. Comienzo por contar lo que me aqueja, lo que creo. Me dejo llevar por la poesía y al final, como de la nada, surge el consuelo.

Me ama, me lo ha demostrado toda esta semana cuando más lo he necesitado, todos y cada uno de los días.

Adiós fantasmas, adiós al egoismo. Ahora toca corresponderle, tratar de hacerla feliz y mira sin darme cuenta lo soy yo también.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No es fácil controlar tu mente en momentos como estos, vuela sola, viaja sin rumbo hacia un destino que no te deja disfrutar de la realidad... No lo pienses, echa a los fantasmas pero piensa que a veces hay una razón o un sexto sentido que hace que nos sintamos de esta forma en nuestra propia defensa.
A veces nuestro mismo corazón nos da señales que no oimos o no queremos oir.
Sólo tú puedes saber si lo que sientes puede tener algún sentido.
Un abrazo.
Cyra.

Adrian dijo...

la mente es el mayor enemigo que tenemos y a la vez es todo lo que tenemos. Llevarse bien con ella no es fácil porque nunca le puedes dar la espalda.

Procuro tomármelo todo con tranquilidad, cierta distancia y al mismo tiempo vivirlo a tope. Vaya combinación tan complicada...

Amooorrr, desamooorrr, qué puta es la vida a veces, qué rápido pasan esos momentos que con el tiempo vemos que son inolvidables, los más valiosos de nuestra mísera existencia.

Vivamos con la mente en blanco y la boca entre abierta.

Un besazo Cyra