Esta temporada no estaba comiendo apenas fruta así que ayer compré un montón de manzanas y de plátanos y me puse como objetivo que no se me estropeara ni una pieza.
Hoy ya he comido tres y aunque la fruta no sea ninguna panacea (son hidratos que te hacen engordar igual si abusas de ellos), tiene un montón de minerales que me hacen falta.
Es otro hábito que se cuela casi sin hacer ruido y que me va devolviendo poco a poco al camino de la salud y el bienestar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario