Otra forma de vivir

Hace poco que empecé a valorar la libertad en su justa medida. A disfrutar de pequeñas cosas que tiempo atrás me habrían parecido casi absurdas y desde entonces, siento que mi vida ha tomado otra dirección, la mía y día tras día hallo sorpresas que me hacen sonreir de la misma manera que los niños que me cruzo por la calle.

Me gustaría que este blog sirviera para compartir la alegría de vivir y contagiar esta extraña enfermedad que me aqueja al mayor número de personas posible. Iré colgando reflexiones sobre las historias más curiosas que me vaya encontrando, maneras diferentes de afrontar problemas comunes, cuentos ambientados en mundos que todavía no se han descubierto, truquitos para que la men sana se encuentre en un cuerpo igual de sano, frases de esas que funcionan a modo de pepito grillo y nos ayudan en determinados momentos, poesías y libros que me gustan, un poco de todo.

Quisiera no poner barreras a mis sueños,
quisiera ser un artista del vivir.

miércoles, 17 de octubre de 2007

idea 57:Cuando crees que ha pasado la gripe.

Al romper con mi chica de toda la vida, no sabía muy bien cómo me iba a sentir. Porque una cosa es lo que uno cree que va a ser y otra muy diferente lo que ocurre en realidad. Aunque fuera la primera vez que pasaba por una situación de esta índole, quise evitar los picos de tristeza y nostalgia que supuse acompañarían el proceso y comencé a escribir este blog.
Por las mañanas procuraba no pensar en nada o sabía que no podría levantarme de la cama así que me puse una rutina, que consistía en afeitarme, ducharme, vestirme y desayunar casi como un autómata, para no quedarme en pelotas frente al espejo mirando unos ojos tristes.
Reduje el ritmo en el trabajo, porque notaba que mi cabeza no era la de siempre pero procuré distraerme el mayor tiempo posible.
En el deporte cambié mis objetivos de competiciones...por entrenar un poco más suave, a poder ser en compañía y de una manera más lúdica, con el fin de llenarme de buenas sensaciones y seguir con las distracciones que tan buen resultado me han dado.
De vez en cuando me dedicaba unos momentos de soledad en este blog, evitando pensar en nada más que en aquello positivo que me hubiera ocurrido y así, poco a poco han ido pasando los días, hasta hoy.
Desde el primer momento me planteé la ruptura como un proceso gripal, ante el que tienes que cuidarte de una manera especial y tomar las sensaciones (tristeza=fiebre) con naturalidad, como si fuera normal que al romper doliera y no intentar revelarte contra los bajones con frases del tipo ¿pero qué me pasa?...
Por otro lado guardaba una experiencia anterior de que en la ausencia de una persona todo lo relacionado con ella parece maravilloso y nos olvidamos de aquellos pequeños "peros" que en su día nos hicieron tanto daño. Procuraba evitar esa clase de pensamientos y en resumen, dirigir mi mente hacia cualquier tipo de distracción.
Hace unos días olvidé todo lo que acabo de escribir, que todavía tenía gripe y el mazazo fue instantáneo.
Nadie sabe cuánto duran estos procesos, ni lo que ocurrirá durante y tras ellos, pero la verdad siento que estas pequeñas indicaciones me han hecho mucho bien.
Por si a alguien le son de ayuda

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando estás enfermo y pasas días en reposo te crees recuperado aunque queden pequeños síntomas y cualquier frio tonto puede encastrarte en la cama por una larga temporada más.
Es aconsejable sanarte del todo y abrigarte durante unos días más.
Protege tu corazón con bufanda una temporada, este puede estar más debil de lo normal aunque te levantes seguro de que ya no te duele. Esto te protegerá de algunos fantasmas.

Adrian dijo...

Oído cocina. En realidad es lo que suelo pregonar entre mis amigos, que como si se tratase de una extraña plaga, varios han roto con relaciones de años en poco tiempo.

La verdad es que procuro darle a mi corazón toda la tranquilidad que está en mi mano.

Por ahora se puede decir que estoy contento con los resultados.

Es curioso pero son estas pequeñas cosas, las que no se pueden cuantificar ni casi contar a nadie, las que dan la verdadera felicidad. El estar satisfecho con la manera en la que se decide afrontar un asunto de este estilo y se responde ante las adversidades.