A mí me pasa siempre, o al menos, lo siento así.
Hay cosas que pienso que antes de decirlas, mientras se deslizan por mi boca ya veo que no las tenía que haber dicho. Podría poner ejemplos, pero seguro que cada uno encuentra los suyos.
La conversación puede ser muy larga, pongamos por teléfono, una hora charlando, diciendo esto, callando lo otro y pum, dices una de esas cosas y al colgar, todo lo demás ha desaparecido, solo queda ese detalle que no puedes borrar.
Quisieras volver a llamar e hipnotizar a la persona para que lo olvide, volver al momento antes de decirlo, pero ya es tarde.
Entonces ya que no puedo ir hacia atrás vuelo hacia adelante.
Imagino que pasaría si no lo hubiera dicho.
Nada, de acuerdo.
Una vez dicho algo te vuelves esclavo de tus palabras.
Si no lo dices esclavo de tus silencios.
y no es fácil discernir cuando has de optar por una opción y cuando por la otra.
Para eso se inventaron los ojos, para que digan la verdad.
Por eso hablar por teléfono, dista mucho de ser lo ideal.
Hay cosas que pienso que antes de decirlas, mientras se deslizan por mi boca ya veo que no las tenía que haber dicho. Podría poner ejemplos, pero seguro que cada uno encuentra los suyos.
La conversación puede ser muy larga, pongamos por teléfono, una hora charlando, diciendo esto, callando lo otro y pum, dices una de esas cosas y al colgar, todo lo demás ha desaparecido, solo queda ese detalle que no puedes borrar.
Quisieras volver a llamar e hipnotizar a la persona para que lo olvide, volver al momento antes de decirlo, pero ya es tarde.
Entonces ya que no puedo ir hacia atrás vuelo hacia adelante.
Imagino que pasaría si no lo hubiera dicho.
Nada, de acuerdo.
Una vez dicho algo te vuelves esclavo de tus palabras.
Si no lo dices esclavo de tus silencios.
y no es fácil discernir cuando has de optar por una opción y cuando por la otra.
Para eso se inventaron los ojos, para que digan la verdad.
Por eso hablar por teléfono, dista mucho de ser lo ideal.
2 comentarios:
Hoy, dado que pareces haber desaparecido de esta parte de tu vida, leyendo estas viejas entradas he encontrado esta.
Nada más cercano a la realidad cuando dices que los ojos dicen siempre la verdad. Con la expresión de cada mirada puedes saber tantas cosas de las personas... Quizá esto es lo que echo de menos en este espacio, no poder ver tus ojos mientras nos relatas cualquiera de tus entradas en las que nos regalas parte de ti.
La emoción, la alegría, la nostalgia... reflejadas en una mirada se multiplican por mil.
Cyra.
Hoy me siento con muchas ganas de contar algo más de mí, por eso las entradas, los comentarios, son más personales que nunca y algo me dice que cada vez lo irán siendo más.
Echas de menos verme los ojos mientras lo digo...
Te confesaré que soy un recipiente de sentimientos, que todo lo vivo con las sensaciones a flor de piel, que cuando hablo de amor se me caen las lágrimas, igual que cuando hablo o pienso en los que no están, en lo que me hace feliz...lloro como una magdalena, mi cara lo expresa todo, una sonrisa de oreja a oreja con la menor de las excusas, o una mirada tans seria que podría hacer retroceder a un toro.
Todo se me nota en la cara.
Por eso a veces cuando quiero decir algo, cuando lo siento muy fuerte dentro de mí, me callo, miro a las persona y dejo que mi rostro, que mis ojos hable por mí.
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