Otra forma de vivir

Hace poco que empecé a valorar la libertad en su justa medida. A disfrutar de pequeñas cosas que tiempo atrás me habrían parecido casi absurdas y desde entonces, siento que mi vida ha tomado otra dirección, la mía y día tras día hallo sorpresas que me hacen sonreir de la misma manera que los niños que me cruzo por la calle.

Me gustaría que este blog sirviera para compartir la alegría de vivir y contagiar esta extraña enfermedad que me aqueja al mayor número de personas posible. Iré colgando reflexiones sobre las historias más curiosas que me vaya encontrando, maneras diferentes de afrontar problemas comunes, cuentos ambientados en mundos que todavía no se han descubierto, truquitos para que la men sana se encuentre en un cuerpo igual de sano, frases de esas que funcionan a modo de pepito grillo y nos ayudan en determinados momentos, poesías y libros que me gustan, un poco de todo.

Quisiera no poner barreras a mis sueños,
quisiera ser un artista del vivir.

sábado, 17 de noviembre de 2007

idea61: ¿Cuánto se puede hablar por teléfono?

Si, señoras y señores, existe un límite lógico que puede calcularse como sigue.

No depende de aquello que tengan que decirse, porque "tener" es el verbo más relativo entre los verbos.

Porque respóndanme a esta pregunta ¿alguno de ustedes ha recibido una llamada importante en alguna ocasión?

Yo, tampoco.

Volvamos al asunto del tiempo al teléfono. ¿De qué depende entonces?

Única y exclusivamente de la distancia. Es directamente proporcional a ella.

Imaginemos que la persona con la que habla vive (o se encuentra, en el caso de móviles) a unos veinte minutos (dependiendo del sistema de transporte elegido), el tiempo límite por tanto serán esos veinte minutos más un extra de 5-10 minutos que lleva adecuar la vestimenta a la climatología y según el caso, ducharse.

Todo lo demás debería estar prohibido ¿Por qué?

Porque no es más que pereza, podrías estar y no estás, simplemente por comodidad.

Y al igual que una imagen vale más que mil palabras, un minuto de compañía real vale más que 21 minutos al teléfono.

Imaginemos que luego tendrían que volver al punto de partida pongamos, por una cita, entonces el tiempo límite de hablar por teléfono sería de 40 minutos, pero ni un minuto más.

¿Se imaginan qué diferente sería el mundo si aplicásemos esta sencilla regla?

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