Otra forma de vivir

Hace poco que empecé a valorar la libertad en su justa medida. A disfrutar de pequeñas cosas que tiempo atrás me habrían parecido casi absurdas y desde entonces, siento que mi vida ha tomado otra dirección, la mía y día tras día hallo sorpresas que me hacen sonreir de la misma manera que los niños que me cruzo por la calle.

Me gustaría que este blog sirviera para compartir la alegría de vivir y contagiar esta extraña enfermedad que me aqueja al mayor número de personas posible. Iré colgando reflexiones sobre las historias más curiosas que me vaya encontrando, maneras diferentes de afrontar problemas comunes, cuentos ambientados en mundos que todavía no se han descubierto, truquitos para que la men sana se encuentre en un cuerpo igual de sano, frases de esas que funcionan a modo de pepito grillo y nos ayudan en determinados momentos, poesías y libros que me gustan, un poco de todo.

Quisiera no poner barreras a mis sueños,
quisiera ser un artista del vivir.

sábado, 24 de noviembre de 2007

idea65: eso tan infrecuente llamado amor

Alguien me dijo hace tiempo, pensando en voz alta sobre lo que había sido su vida, que enamorse lo que se dice enamorarse, se había enamorado dos o tres veces, y que no le parecía que el resto de la gente hubiera tenido más suerte que él.

Esas palabras calaron en mí más de lo que él cree. Quizá ni siquiera fue consciente de su importancia.

En aquel mommento me quería decir que no buscara el amor, que era algo infrecuente y que me conformara con menos, supongo que en un intento de evitarme sufrimiento y ofrecerme una visión real de las relaciones de pareja.

Pero mi cabeza miró hacia otro lado.

De lo que dijo concluí que el amor es algo raro y que cuando aparece hay que estrujarle el corazón.

La vida es finita.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Coincido en la idea de que enamorarse no es nuestro pan de cada día y sin embargo... Creo que el amor puede ser eterno por encima de todo. Y diferencio además, dos tipos de amores:
Por un lado están los amores de flechazo que los denomino platónicos y, sin duda, son los más bonitos porque nunca defraudan. De esos todo el mundo tiene. Son personas de las que puedes estar completamente enamorado-a y sin embargo son un sueño. Su imagen, voz, gestos... te inspiran algo que te hace crear una fantasia de una persona que puede coincidir o no con su verdadera personalidad aunque eso verdaderamente no importe. No son accesibles o no quieres que los sean y siempre, toda la vida, los recordarás con una sonrisa, un suspiro y un poquito de añoranza al no saber qué hubiera pasado si su camino y el tuyo se hubieran cruzado en otro momento.
Por otro lado están los amores de carne y hueso, los que evolucionan y los que embejecen a tu lado. Esos que te dan cosas positivas y negativas pero que siempre, de una u otra forma, te hacen estremecer. El amor con los ojos abiertos como diría Jorge Bucay. Es una persona con la que decides compartir tu vida y continuamente la enriquece de cosas positivas a pesar de los baches. Estos son complicados pero no creo que sean imposibles.
Yo también creo que hay que exprimir el amor al máximo y no perder la oportunidad de sentir como tu estómago cobra vida y te hace estremecer, reir, cantar... Quisiera estar siempre enamorada...

Adrian dijo...

Los amores platónicos son tan importantes como la propia imaginación, sin la que no merecería la pena vivir.

Los amores de carne y hueso también tiene mucho de sueño, de fantasía, de imaginación. Enamorarse es la mayor de las aventuras, la que te encoge el estómago y te cambia todo. Cuando miras y la imagen de sus ojos se coloca entre tú y la pared, cuando sientes que te acompaña a todas partes y miras hacia atrás por si las moscas porque la sientes aunque no esté.

¡Qué fácil es saber si estás enamorado! Miedo, nervios, pérdida de control, desaparecer en sus brazos y en sus labios, el compromiso, la descendencia, te sientes preparado para todo cuando nunca te lo habías planteado o lo habías rechazado. Es no preguntarte si lo estás. Es cuando la necesitas cada día y no puedes quitártela de la cabeza.

Bueno, eso me han contado...