Necesito descansar.
Quizá por ello me parezca que pequeñas ideas parasitarias (ver idea al respecto) se me suben por la chepa y no me libro de ellas tan fácilmente como otras veces.
Por ello necesito de un segundo nivel de seguridad que preserve mi buen estado de ánimo.
No hablar de esos temas. No verbalizarlos.
Hablar viene bien de vez en cuando pero en ocasiones no sirve más que para revivir, o para preocupar a los tuyos, que le pueden dar hasta más importancia que tú mismo.
Una manera de enterrar estas ideas es tratar de no pensar en ellas. La otra sería dejar de hablar de ellas.
Me comprometo a cumplirlo.
1 comentario:
Sabios palabros. Ese cuento me lo tengo que aplicar yo a base de bien. Espero conseguirlo.
Publicar un comentario