Otra forma de vivir

Hace poco que empecé a valorar la libertad en su justa medida. A disfrutar de pequeñas cosas que tiempo atrás me habrían parecido casi absurdas y desde entonces, siento que mi vida ha tomado otra dirección, la mía y día tras día hallo sorpresas que me hacen sonreir de la misma manera que los niños que me cruzo por la calle.

Me gustaría que este blog sirviera para compartir la alegría de vivir y contagiar esta extraña enfermedad que me aqueja al mayor número de personas posible. Iré colgando reflexiones sobre las historias más curiosas que me vaya encontrando, maneras diferentes de afrontar problemas comunes, cuentos ambientados en mundos que todavía no se han descubierto, truquitos para que la men sana se encuentre en un cuerpo igual de sano, frases de esas que funcionan a modo de pepito grillo y nos ayudan en determinados momentos, poesías y libros que me gustan, un poco de todo.

Quisiera no poner barreras a mis sueños,
quisiera ser un artista del vivir.

jueves, 6 de diciembre de 2007

idea73: se consciente de lo que te fastidia

Discutes con tu pareja sin saber muy bien porqué. Te sientes enfadado, como si todo te molestara. Al tiempo descubres que en realidad lo que ha provocado tu desagrado es no haber hecho el amor con ella.

Así de simples somos a veces.


Tienen un mal detalle con nosotros, tratamos de no darle importancia, pero más tarde nuestro comportamiento con esa persona es arisco y saltamos enseguida.

Que no se nos olvide que era por ese mal detalle.

Porque los seres humanos tendemos a darle mil vueltas a nuestros sentimientos, al ¿porque me he enfadado, qué significa que me enfade, es que ya no la quiero? y cosas parecidas. Son solo ejemplos.

Creo que si conseguimos ser conscientes de lo que nos fastidia, podremos entendernos mejor y ahorrarnos esa serie de pensamientos que no conducen a nada simpelemente porque parten de una premisa errónea.

Sé lo que me jode.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Todo tiene importancia, cada detalle, cada mirada, cada palabra... Nunca hay que pensar "va, esto es una tontería..." ya que esta vez se acumula con una vez anterior y con una siguiente y aca por ser lo que recordamos y acabamos por perder la perspectiva.
Yo nunca callo nada y lo digo todo. Quizá parezca en ocasiones exagerada pero evita malentendidos y si algo me molesta no sólo me preocupo de tenerlo claro yo sino de que la otra persona también lo tenga claro. De esta forma los pequeños problemas sólo siguen siendo pequeños problemas.

Adrian dijo...

Decir todo lo que te moleste está bien pero yo añadiría el darle un minuto en tu cabeza antes de hacerlo para evitar la precipitación y el malentendido.

Por cierto me has dado una idea para la siguiente entrada.