Otra forma de vivir

Hace poco que empecé a valorar la libertad en su justa medida. A disfrutar de pequeñas cosas que tiempo atrás me habrían parecido casi absurdas y desde entonces, siento que mi vida ha tomado otra dirección, la mía y día tras día hallo sorpresas que me hacen sonreir de la misma manera que los niños que me cruzo por la calle.

Me gustaría que este blog sirviera para compartir la alegría de vivir y contagiar esta extraña enfermedad que me aqueja al mayor número de personas posible. Iré colgando reflexiones sobre las historias más curiosas que me vaya encontrando, maneras diferentes de afrontar problemas comunes, cuentos ambientados en mundos que todavía no se han descubierto, truquitos para que la men sana se encuentre en un cuerpo igual de sano, frases de esas que funcionan a modo de pepito grillo y nos ayudan en determinados momentos, poesías y libros que me gustan, un poco de todo.

Quisiera no poner barreras a mis sueños,
quisiera ser un artista del vivir.

viernes, 14 de diciembre de 2007

idea77: pequeños y grandes problemas

A veces no sé distinguir, excitarme hasta un punto con una pequeña desavenencia, filtrarla desde el principio, darme cuenta de que no se trata de un asunto vital.

Pero cuando no hay grandes problemas alrededor es difícil relativizar los pequeños, son todo lo que tenemos y nuestra sorpresa, tristeza, tienden a sus límites sin saber que se trata de pequeñeces, que deberían reservarse a los grandes males.

Incluso me atrevería a decir que no es mala idea la de ignorar algunos pequeños problemas, no enzarzarse en peleas absurdas, perder ciertas batallas por no luchar en ellas, si vemos que en realidad tampoco nos sacudirán la vida.

Esto vale solo para aquellos pequeños problemas que hayan perdido sus dientes de leche, que hayan finalizado su etapa de crecimiento, que no puedan convertirse en grandes problemas.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo creo que cualquier pequeño problema merece su atención ya que muchos pequeños problemas pueden crear un gran conflicto.
Yo no paso por alto ninguno y tampoco dejo margen a que me creen dudas ni preocupaciones. Simplemente intento superarlos día y día y así dejarlos en un capítulo que ya ha pasado.
Los pequeños problemas también me sirven para avanzar y aprender a superar los futuros grandes problemas.

Adrian dijo...

¿No sería grande ser capaz de determinar a un golpe de vista la magnitud de un problema, que los más insignificantes no nos agitasen el corazón, no nos cambiasen el humor, que una bronca con alguien del que no depende nuestro pan, al que no nos une lazo sentimental alguno, no nos afectara?

J.RUBINES dijo...

Quizás basta con no regar los problemas para que no crezcan. Creo que magnificamos mucho los problemas.
Un marnífico libro de Enrique Barrios decía que no debemos preocuparnos, sino unicamente ocuparnos.

Adrian dijo...

No sabía que era de Enrique Barrios, pensaba que era una idea propia de mi chica y me suelo reír de ella que para únicamente ocuparse, a veces lo hace con cierta antelación.

En cualquier caso estoy con vosotros, quien consiga vivir en el presente (ya sea soñando entre páginas de cómics o tebeos, como a ti te gusta llamarlos), tiene mucho ganado para conseguir disfrutar de su efímera existencia.

¡Ocupémonos pues de la vida!