Entre unas cosas y otras, el resfriado y las 12 horas de media en el laboratorio esta semana no he entrenado más que un día, pero no pasa nada, porque queda el viernes, el sábado y el domingo, tres días para terminar con un balance de cuatro días de entrenamiento, que no está nada mal.
Desde el lunes tengo la mochila con la indumentaria de judo preparada. Creo que tendré que airearla un poco antes de ir a entrenar o el tufillo será mi arma más letal.
Pese a todos los pesares, incluido el Kebap que me acabo de zanpar, la alimentación y las mini-siestas me han mantenido a flote estos días.
Las ideas que empezaron como un juego hace ahora diez días, han mejorado mi rutina hasta el punto de hacerla inmune a envites de toda clase.
Desde el lunes tengo la mochila con la indumentaria de judo preparada. Creo que tendré que airearla un poco antes de ir a entrenar o el tufillo será mi arma más letal.
Pese a todos los pesares, incluido el Kebap que me acabo de zanpar, la alimentación y las mini-siestas me han mantenido a flote estos días.
Las ideas que empezaron como un juego hace ahora diez días, han mejorado mi rutina hasta el punto de hacerla inmune a envites de toda clase.
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