Otra forma de vivir

Hace poco que empecé a valorar la libertad en su justa medida. A disfrutar de pequeñas cosas que tiempo atrás me habrían parecido casi absurdas y desde entonces, siento que mi vida ha tomado otra dirección, la mía y día tras día hallo sorpresas que me hacen sonreir de la misma manera que los niños que me cruzo por la calle.

Me gustaría que este blog sirviera para compartir la alegría de vivir y contagiar esta extraña enfermedad que me aqueja al mayor número de personas posible. Iré colgando reflexiones sobre las historias más curiosas que me vaya encontrando, maneras diferentes de afrontar problemas comunes, cuentos ambientados en mundos que todavía no se han descubierto, truquitos para que la men sana se encuentre en un cuerpo igual de sano, frases de esas que funcionan a modo de pepito grillo y nos ayudan en determinados momentos, poesías y libros que me gustan, un poco de todo.

Quisiera no poner barreras a mis sueños,
quisiera ser un artista del vivir.

jueves, 13 de septiembre de 2007

Descanso forzado por el trabajo

Entre unas cosas y otras, el resfriado y las 12 horas de media en el laboratorio esta semana no he entrenado más que un día, pero no pasa nada, porque queda el viernes, el sábado y el domingo, tres días para terminar con un balance de cuatro días de entrenamiento, que no está nada mal.

Desde el lunes tengo la mochila con la indumentaria de judo preparada. Creo que tendré que airearla un poco antes de ir a entrenar o el tufillo será mi arma más letal.

Pese a todos los pesares, incluido el Kebap que me acabo de zanpar, la alimentación y las mini-siestas me han mantenido a flote estos días.

Las ideas que empezaron como un juego hace ahora diez días, han mejorado mi rutina hasta el punto de hacerla inmune a envites de toda clase.

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