Me atrevería a decir que está científicamente probado, yo al menos lo he comprobado de forma empírica, que el ser humano no puede mantener una elevada atención durante periodos que excedan los 45 minutos.
A veces los nervios por un examen cercano me llevaban a estudiar durante horas sin parar, disminuyendo paradójicamente el rendimiento.
Levantarse cada 45 minutos aproximadamante, dar una vuelta por la habitación, comer algo o incluso escribir una idea como esta en un blog, puede recuperar nuestra mente para que vuelva al ataque pasados no más de 10 minutos.
Recomiendo no encender la tele porque es lo más sencillo del mundo distraerse unas horitas con cualquier anuncio de la teletienda, o el testimonio de la vecina de tal pueblo, cuando la alternativa es volver a sentarse frente a la pantalla del ordenador o los apuntes de turno.
Y como ya han pasado unos 10 minutos (y algo más también), vuelvo al tajo.
A veces los nervios por un examen cercano me llevaban a estudiar durante horas sin parar, disminuyendo paradójicamente el rendimiento.
Levantarse cada 45 minutos aproximadamante, dar una vuelta por la habitación, comer algo o incluso escribir una idea como esta en un blog, puede recuperar nuestra mente para que vuelva al ataque pasados no más de 10 minutos.
Recomiendo no encender la tele porque es lo más sencillo del mundo distraerse unas horitas con cualquier anuncio de la teletienda, o el testimonio de la vecina de tal pueblo, cuando la alternativa es volver a sentarse frente a la pantalla del ordenador o los apuntes de turno.
Y como ya han pasado unos 10 minutos (y algo más también), vuelvo al tajo.
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