Mi abuela, es mayor como todas las abuelas. Ya ha vivido una vida y hoy por hoy, se dedica a recordarla, a intentar sobrellevar los pequeños achaques (es muy dura) y a agradecer las muestras de cariño que le reagalo, cada vez que vuelvo a casa.
Mi abuela es una mujer terriblemente sabia y se arrepiente, sobre todas las cosas, de no haber arriesgado en el amor y de haber perdido el tiempo con personas que a la larga la decepcionaron.
Hablar con ella me hace relativizar mis problemas y pensar en la fugacidad de la vida.
¿Para queé aferrarse a tantos bienes, a personas incluso, cuando en un pestañeo dejaremos de estar aquí?
Pero estos pensamientos, lejos de ponerme triste, me hacen sentir vivo. Aligeran la responsabilidad sobre mis hombros y me ayudan, por ejemplo, a no intentar forzar situaciones, relaciones, que no acaban de funcionar.
"Lo que tenga que ser será"
"El tiempo lo dirá"
Son palabras que en boca de quien ya ha sido, ya ha vivido, adquieren un significado más profundo, más real.
Mi abuela es una mujer terriblemente sabia y se arrepiente, sobre todas las cosas, de no haber arriesgado en el amor y de haber perdido el tiempo con personas que a la larga la decepcionaron.
Hablar con ella me hace relativizar mis problemas y pensar en la fugacidad de la vida.
¿Para queé aferrarse a tantos bienes, a personas incluso, cuando en un pestañeo dejaremos de estar aquí?
Pero estos pensamientos, lejos de ponerme triste, me hacen sentir vivo. Aligeran la responsabilidad sobre mis hombros y me ayudan, por ejemplo, a no intentar forzar situaciones, relaciones, que no acaban de funcionar.
"Lo que tenga que ser será"
"El tiempo lo dirá"
Son palabras que en boca de quien ya ha sido, ya ha vivido, adquieren un significado más profundo, más real.
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