idea6: el poder de la rutina

La rutina puede ejercer un poder positivo en nosotros, sobre todo los días en los que un mal sueño, el no haber dormido suficiente, o incluso porque por razones que no sabemos explicar, nos daríamos media vuelta en la cama para dejarnos llevar por morfeo o simplemente por la tristeza.

Para esos casos conviene tener previsto un plan que consiste en mi caso, en realizar las actividades matutinas básicas: afeitado, ducha, desayuno y lavado de dientes, en ese orden y sin cuestionarme ninguna de ellas. Algo que parece absurdo pero que si no lo hago así, puede llevarme el doble de tiempo y además hacerlo con desgana, o terminar mirándome la barba durante cinco minutos para al final decidir que ya me afeitaré mañana, cuando en ese mismo tiempo podía haberlo hecho.

No sabría decir porqué, pero mientras voy haciendo estas cosas (el programa de cadena cien puede ser un buen acompañante), me voy despertando, alejando fantasmas en forma de pereza o tristeza y puedo comenzar el día, habiendo superado casi sin darme cuenta una pequeña crisis que de otra manera puede llegar a robarme gran parte de la energía y acompañarme durante el resto de la jornada.