"No importa cuánto corras hoy, si no que vuelvas a correr mañana".
Esa frase es mía, aunque la idea es tan vieja como la propia tierra y se le habrá llamado de muchas maneras. Es algo que todos sabemos y que luego difícilmente aplicamos.
Estudiar doce horas un día no sirve de mucho, ni correr hasta la extenuación.
Pero estudiar una hora al día durante meses puede dar fantásticos resultados.
La constancia puede darte títulos académicos, una cultura envidiable, un físico saludable y atractivo.
Sé constante. Una vez hayas elegido tus OBJETIVOS REALES Y SENCILLOS A MEDIO PLAZO, asignales un horario y cúmplelo sin planteártelo siempre que puedas y cuando no puedas por causas mayores no te lo eches en cara.
Barry Sears respecto a la alimentación dice "no eres mejor ni peor que tu última comida". Si leeis el genial libro de la Zona, entenderéis que quiere decir y además cambiaréis vuestra vida para siempre. Algún día se hablará de ello en los colegios, os lo aseguro.
martes, 11 de septiembre de 2007
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