Hace algunos años se me ocurrió una teoría que aunque discutible no dejan de encontrar divertida los que me rodean. Aunque no sea una buena idea para mejorar la rutina estrictamente, puede que ayude a desentrañar las intenciones de una persona de la que no tenemos demasiada información
Cuando alguien recibe un mensaje de madrugada de una persona que no es su hijo, su padre, su hermano o aquel que te ha dado el bote de la cena, lo más probable, o al menos eso creo yo, es que esté interesad@ en realizar alguna clase de actividad impura contigo.
Si por el contrario el mensaje llega por la mañana, probablemente enviado nada más despertarse, me inclino por pensar que esa persona siente algo más cercano al amor que a la pura atracción física.
Los mensajes por la tarde o al mediodía son más habituales para amistades sin pretensiones, para qué tal y cómo te va.
Haced la prueba, pensad en lo que recibís o enviáis y ya me diréis.
Cuando alguien recibe un mensaje de madrugada de una persona que no es su hijo, su padre, su hermano o aquel que te ha dado el bote de la cena, lo más probable, o al menos eso creo yo, es que esté interesad@ en realizar alguna clase de actividad impura contigo.
Si por el contrario el mensaje llega por la mañana, probablemente enviado nada más despertarse, me inclino por pensar que esa persona siente algo más cercano al amor que a la pura atracción física.
Los mensajes por la tarde o al mediodía son más habituales para amistades sin pretensiones, para qué tal y cómo te va.
Haced la prueba, pensad en lo que recibís o enviáis y ya me diréis.
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