Otra forma de vivir

Hace poco que empecé a valorar la libertad en su justa medida. A disfrutar de pequeñas cosas que tiempo atrás me habrían parecido casi absurdas y desde entonces, siento que mi vida ha tomado otra dirección, la mía y día tras día hallo sorpresas que me hacen sonreir de la misma manera que los niños que me cruzo por la calle.

Me gustaría que este blog sirviera para compartir la alegría de vivir y contagiar esta extraña enfermedad que me aqueja al mayor número de personas posible. Iré colgando reflexiones sobre las historias más curiosas que me vaya encontrando, maneras diferentes de afrontar problemas comunes, cuentos ambientados en mundos que todavía no se han descubierto, truquitos para que la men sana se encuentre en un cuerpo igual de sano, frases de esas que funcionan a modo de pepito grillo y nos ayudan en determinados momentos, poesías y libros que me gustan, un poco de todo.

Quisiera no poner barreras a mis sueños,
quisiera ser un artista del vivir.

miércoles, 5 de septiembre de 2007

Foro: El dios de las pequeñas cosas

Este libro me trajo de cabeza en su día, porque me lo recomendó una persona en cuyo buen criterio literario confiaba ciegamente, lo que hizo que a pesar de que no consiguiera meterme en la historia continuara leyéndolo, hasta que a falta de unas 100 páginas me rendí y pensé, que si no me había enganchado ya no iba a conseguirlo.

Lo peor de todo es que pensando que quizá no hubiera elegido el mejor momento para leerlo, se lo recomendé a su vez a otra persona, a la que tampoco le gustó. Más tarde me dijo que no volvería a confiar en mi criterio y cuando le mentí (lo confieso) diciéndole que me habría entendido mal, que a mí no me había gustado, la vi respirar tranquila como yo lo hago hoy al descubrir la mentira de quien me lo recomendó a mí.

Veamos, no es que el libro tenga nada de malo. La ambientación es exótica, los personajes están bien construidos, te muestra la la cultura india, la vida de una familia de allí...pero es que es tan descriptivo, se va tanto por las ramas y utiliza tantas comparaciones que al final dices "vale sí, entiendo que en aquel momento estaba lloviendo ¡Dime lo que paso luego!"

Pero quién sabe, quizá me esté ganando la enemistad de alguien que disfrutó de verás con él.

Me encantaría recibir una contestación a este respecto, sea a favor o en contra.

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