Otra forma de vivir

Hace poco que empecé a valorar la libertad en su justa medida. A disfrutar de pequeñas cosas que tiempo atrás me habrían parecido casi absurdas y desde entonces, siento que mi vida ha tomado otra dirección, la mía y día tras día hallo sorpresas que me hacen sonreir de la misma manera que los niños que me cruzo por la calle.

Me gustaría que este blog sirviera para compartir la alegría de vivir y contagiar esta extraña enfermedad que me aqueja al mayor número de personas posible. Iré colgando reflexiones sobre las historias más curiosas que me vaya encontrando, maneras diferentes de afrontar problemas comunes, cuentos ambientados en mundos que todavía no se han descubierto, truquitos para que la men sana se encuentre en un cuerpo igual de sano, frases de esas que funcionan a modo de pepito grillo y nos ayudan en determinados momentos, poesías y libros que me gustan, un poco de todo.

Quisiera no poner barreras a mis sueños,
quisiera ser un artista del vivir.

lunes, 10 de septiembre de 2007

La memoria y los sueños

Me preguntó porqué cuando soñamos nuestra memoria se debilita, incluso los recuerdos cambian respecto a los que tenemos cuando estamos despiertos. Al soñar, olvidamos que horas antes estábamos despiertos, que existía otra realidad, la visión sobre el pasado es tan limitada que solo incluye aquello que tenga que ver con el propio sueño.

De esa manera somos susceptibles de creernos todo lo que nos ocurre en los sueños, en los que de pronto tenemos una nueva pareja, vivimos en otro piso completamente diferente, luchamos contra un dragón,...como si todo lo que nos sucediese fuera lo más normal del mundo.

Esto me hace pensar que la forma de manejar a alguien es atacar su memoria, de ahí la importancia de la memoria histórica, la tragedia que suponen enfermedades como el Alzheimer.

Pero continuando con los sueños, una vez me contaron una interesante teoría que explicaba estas pérdidas de memoria desde un punto de vista más propio de la ciencia ficción que de la ciencia a secas, que por otra parte hace volar mi imaginación.

Por lo visto cuando soñamos nuestra actividad cerebral es menor y por ello no somos conscientes de nuestra realidad despiertos. Por esa regla de tres, pueden existir otras realidades que impliquen mayores actividades cerebrales y de los que no seamos conscientes.

En otras palabras, lo que para nosotros es la realidad podría ser el sueño de una realidad superior, igual que cuando soñamos, sentimos que aquello es todo nuestro mundo.

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