Otra forma de vivir

Hace poco que empecé a valorar la libertad en su justa medida. A disfrutar de pequeñas cosas que tiempo atrás me habrían parecido casi absurdas y desde entonces, siento que mi vida ha tomado otra dirección, la mía y día tras día hallo sorpresas que me hacen sonreir de la misma manera que los niños que me cruzo por la calle.

Me gustaría que este blog sirviera para compartir la alegría de vivir y contagiar esta extraña enfermedad que me aqueja al mayor número de personas posible. Iré colgando reflexiones sobre las historias más curiosas que me vaya encontrando, maneras diferentes de afrontar problemas comunes, cuentos ambientados en mundos que todavía no se han descubierto, truquitos para que la men sana se encuentre en un cuerpo igual de sano, frases de esas que funcionan a modo de pepito grillo y nos ayudan en determinados momentos, poesías y libros que me gustan, un poco de todo.

Quisiera no poner barreras a mis sueños,
quisiera ser un artista del vivir.

miércoles, 5 de septiembre de 2007

¿por qué hay que trabajar?

El rector de la prestigiosa Universidad de Harvard recomienda a los jóvenes que antes de incorporarse a la Universidad se tomen un año sabático, para viajar por el mundo y conocer otras culturas.

Esto me ha hecho reflexionar. El primer requisito es disponer de recursos económicos suficientes para llevar dicho propósito a cabo y aunque puede que durante el insitituto hayan trabajado con la idea de ahorrar para su año sabático, lo más probable es que el desembolso recaiga sobre sus progenitores, aunque no lo tengo del todo claro.

Siguiendo en esa línea pienso que por qué no van a poder disfrutar de ese año en el que no produzcan beneficios, aquellas personas a las que aguarda un gran futuro, por ejemplo en la mencionada Universidad y que con el tiempo, contribuirán más que de sobra al progeso de la ciencia, de las letras o de lo que sea.

Y volviendo a la tierra pero con esa idea en la cabeza pienso en cuál es la contribución que debe hacer cada uno de nosotros, para ganarse el pan.

La respuesta está clara. No tienes más que ir a trabajar cada día para que obtener algo de dinero con el que vivir.

Es una pena que no se haya planteado la cuestión de otra manera, que existan tantos trabajos en los que únicamente se está, perdiendo el tiempo más de la mitad de la jornada.

Se debe a la cultura de estar en el trabajo, de meter horas, más que de trabajar y de esta manera nos dedicamos cada día a malgastar un tiempo que no podremos recuperar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Esto me toca cada día... Perder mi tiempo, el cual considero muy valioso, ante esa pantalla de ordenador que se pone negra de no utilizarla... Si con media jornada me da tiempo a cumpllir mi trabajo, ¿porqué he de perder otras 4 horas en ese lugar? En fin, una de las absurdas normas de esta sociedad...

Adrian dijo...

Quizá porque no seamos jefes, porque para que ellos dispongan de su tiempo necesitan que nosotros estemos por ahí.

Hay que escapar, sigilosamente y de vez en cuando, tensar la cuerda sin llegar a romperla.

No todos lo entienden porque la competencia es tan enorme como falsa e inútil, pero nuestro objetivo no es cambiarles, solo disponer de algo más de tiempo para nosotros.

En "desde otros ojos" la siguiente historia hablará de cómo conseguirlo