No he encontrado otra forma para sentirme bien conmigo mismo, que no sea centrarme en mí, en lo que realmente quiero y desde ese punto, no desde otro, comenzar a construir el resto de mi mundo. Porque si desplazas tu centro al de otra persona, si comienzas o continúas viviendo una vida que sientes que no te pertenece, si sometes tus deseos a los de los demás, si no eres capaz de decir no, no serás feliz, tus relaciones no serán sanas, ni sinceras. Sentirás que te deben algo, amplificarás cualquier mal detalle si tu centro no está donde debiera.
Porque dar todo, es dar todo lo que puedas dar. Sólo cuando hagas las paces contigo mismo, podrás hacer las paces con los demás.
Ser tu propio centro no es fácil, requiere decidir continuamente, responsabilizarte de ti mismo y a veces es más sencillo saber qué quieren los demás que lo que quiere uno mismo.
Un amigo cuyo centro se desplazó demasiado hacia otra persona que ya no está con a su lado me decía:
¿y ahora qué?
Contestar esa pregunta puede conducirte a la felicidad, que recordemos, no es estar siempre contento
Porque dar todo, es dar todo lo que puedas dar. Sólo cuando hagas las paces contigo mismo, podrás hacer las paces con los demás.
Ser tu propio centro no es fácil, requiere decidir continuamente, responsabilizarte de ti mismo y a veces es más sencillo saber qué quieren los demás que lo que quiere uno mismo.
Un amigo cuyo centro se desplazó demasiado hacia otra persona que ya no está con a su lado me decía:
¿y ahora qué?
Contestar esa pregunta puede conducirte a la felicidad, que recordemos, no es estar siempre contento
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